El nórdico más puro deja paso ahora a una versión más ecléctica, quizás un tanto fría con cierto toque industrial. Su base cromática sigue siendo el blanco pero ahora cobran protagonismo los pequeños tintes de negro, como color estrella de las estancias. Este segundo color, que se ha colado en el estilo nórdico por la puerta grande, es muy fácil de introducir. Suele venir de la mano de los elementos metálicos.

En este nuevo tándem los contrastes cobran fuerza.

Las composiciones toman un cáliz más frío pero encantador.

También es un habitual de esta nueva tendencia decorativa la gama de los grises. El cemento visto es uno de los recursos más utilizados por los interioristas. Tintar las paredes de gris también puede ser una buena alternativa.

En cuanto a los textiles, se sigue recurriendo al lino, la lana y el hilo: cojines de punto ancho, plaids “gorditos” de tamaño XXL y colchas de tejidos naturales también reclaman su espacio dentro del nórdico industrial.

La calidez continuamos encomendándosela a la madera. El suelo de parqué se convierte en la mejor opción para aislarnos del frío y dotar de cierta confortabilidad a nuestro hogar. Asimismo, son los muebles de madera sin tratar, acabados en natural y en blanco, los que nos brindan un plus de calidez. También se integran a la perfección aquellas piezas que combinan en sí mismas el metal y madera. Ejemplo de este tándem podrían ser nuestras mesas Nordic o Scandi.

Uno de nuestros “must” sería nuestra silla Adel, combinada con nuestra mesa Nordic conseguirás un resultado de 10.

En cuanto a los detalles deco, deciros que juegan un papel principal como recurso decorativo, así que no renuncies a ellos. Los complementos de materiales fríos como el metal, el cemento, el cristal o la cerámica son uno de los símbolos inequívocos de este estilo, contrastan a la perfección con la calidez de la madera y contribuyen a personalizar nuestras estancias.

Inspírate con esta selección de fotos que hemos reunido para ti.

1. Adel silla metal negro-oro